Calidad de vida y VIH
El derecho de todas al cuarto noventa y cinco
Vivir con Derechos y dignidad
En su declaración política, la Agenda 2030 establece la importancia de satisfacer las necesidades de las personas que viven con el VIH, el compromiso de garantizar el “acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación” y el compromiso en la lucha contra el VIH/sida.
En el marco de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se establece solo una meta específica vinculada al VIH en el ODS 3 (Salud y Bienestar). Se trata de la Meta 3.3, donde se señala que “de aquí a 2030, poner fin a las epidemias del sida, tuberculosis, malaria y enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles” que se alinea con el objetivo 95-95-95 de ONUSIDA:
el
calidad de vida y bienestar global transversal y en todas las políticas públicas y actuaciones vinculadas al VIH.
Aunque el Estado español esté bien encaminado en el cumplimiento del objetivo de los tres 95, y teniendo en cuenta que ya en el 2020 se había alcanzado parte del objetivo 90-90-90 (ONUSIDA, 2013) establecido para esa fecha, no significa que la calidad de vida y el bienestar global de las personas que viven con el VIH esté cerca de alcanzarse.
El estigma y la discriminación que siguen sufriendo estas personas, limita el ejercicio de su derechos sexuales y reproductivos y vulnera sus derechos humanos.
Estas vulneraciones tienen consecuencias en su salud física y mental, situación socio-económica, participación en la vida social y política, el acceso a una vivienda digna, y produce una mayor exposición a las Violencias Machistas, etc.
Es por ello que para garantizar los derechos de las personas que viven con el VIH es necesario trabajar desde el enfoque que el “Cuarto 95” proporciona: un objetivo que aboga por su calidad de vida y bienestar global de manera transversal en todas las políticas públicas y actuaciones vinculadas al VIH.
Calidad de vida y VIH
Tanto las metas identificadas, como otras establecidas en la Agenda 2030 y sus ODS, deben ser ampliados y a su vez leídos, interpretados e implementados desde una perspectiva de derechos y una mirada feminista interseccional para que realmente no nos dejemos a nadie detrás.
Trabajar desde la Agenda 2030 y el objetivo del Cuarto 95 nos permite reconocer la interseccionalidad y la multidimensionalidad del abordaje del VIH.
¿Sirven las políticas públicas y las herramientas internacionales?
La calidad de vida viene ligada principalmente al estigma y discriminación que aún sufren las personas con VIH a muchos niveles. A nivel social, laboral o familiar, la infección por VIH no ha llegado a categorizarse como una enfermedad más, lo que altera de manera importante la posibilidad que tienen las personas con VIH de llevar una vida con derechos. Este es un gran reto pendiente, sobretodo por parte de las administraciones.
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